Tepeyollotl, del nahuatl tepetl (montaña) y yolotli (corazón), por encima del corazón de la montaña. Dios del cual se toma el nombre para este proyecto de danza.
Dios de las montañas y los ecos, patrono de los jaguares
Agradecemos infinitamente al Felix d´Eon por el diseño del logotipo de la compañía. Una imagen única que mezcla la cultura del México antiguo y la danza contemporánea.
Está bien que se mida con la dura sombra que una columna en el estío arroja o con el agua de aquel río en que Heráclito vio nuestra locura El tiempo, ya que al tiempo y al destino se parecen los dos: la imponderable
sombra diurna y el curso irrevocable del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
otra substancia halló, suave y pesada que parece haber sido imaginada
para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
de los grabados de los diccionarios,
la pieza que los grises anticuarios
relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
inerme, del borroso telescopio,
del sándalo mordido por el opio
del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
y tétrico instrumento que acompaña
en la diestra del dios a la guadaña
y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso deja caer la cautelosa arena, oro gradual que se desprende y llena el cóncavo cristal de su universo.
hay un agrado en observar la arcana arena que resbala y que declina y, a punto de caer, se arremolina con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma e infinita es la historia de la arena; así, bajo tus dichas o tu pena, la invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída yo me desangro, no el cristal. El rito de decantar la arena es infinito y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo sentir el tiempo cósmico: la historia que encierra en sus espejos la memoria o que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar
de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra, Simón Mago, los siete pies de tierra que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable hilo sutil de arena numerosa.
no he de salvarme yo, fortuita cosa de tiempo, que es materia deleznable.
Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga, mentido acaso por su radiante atmósfera de luces que oculta mi conciencia derramada, mis alas rotas en esquirlas de aire, mi torpe andar a tientas por el lodo; lleno de mí -ahíto- me descubro en la imagen atónita del agua, que tan sólo es un tumbo inmarcesible, un desplome de ángeles caídos a la delicia intacta de su peso, que nada tiene sino la cara en blanco hundida a medias, ya, como una risa agónica, en las tenues holandas de la nube y en los funestos cánticos del mar -más resabio de sal o albor de cúmulo que sola prisa de acosada espuma. No obstante -oh paradoja- constreñida por el rigor del vaso que la aclara, el agua toma forma. En él se asienta, ahonda y edifica, cumple una edad amarga de silencios y un reposo gentil de muerte niña, sonriente, que desflora un más allá de pájaros en desbandada. En la red de cristal que la estrangula, allí, como en el agua de un espejo, se reconoce; atada allí, gota con gota, marchito el tropo de espuma en la garganta ¡qué desnudez de agua tan intensa, qué agua tan agua, está en su orbe tornasol soñando, cantando ya una sed de hielo justo! Mas qué vaso -también- más providente éste que así se hinche como una estrella en grano, que así, en heroica promisión, se enciende como un seno habitado por la dicha, y rinde así, puntual, una rotunda flor de transparencia al agua, un ojo proyectil que cobra alturas y una ventana a gritos luminosos sobre esa libertad enardecida que se agobia de cándidas prisiones
El germen de la danza es la traspolación
de un concepto matemático a escenarios humanos:
Al
igual que en las personas, en los números existen unos más particulares que
otros, como losnúmeros primos, pues estos solo son
divisibles entre 1 y sí mismos. Pero existen unos aún más peculiares, losnúmeros primos gemelos, que
son parejas de estos números especiales que están casi juntos, ya que siempre
existirá una cifra que se interponga entre ellos. Situación como la que
llegamos a sentir los humanos en algunas relaciones sentimentales.
A partir de esta premisa se desarrolla toda la danza: un
poema, el diseño espacial, los movimientos, las relaciones entre los personajes
y la estructura coreográfica.